Orlando de Jesús Scheker Román, Director del Colegio nacional de Danza contemporánea y el Centro Nacional de Danza contemporánea con sede en la ciudad de Querétaro, visito nuestra ciudad para tomar parte de los festejos por los 50 años del Instituto Regional de Bellas Artes de Matamoros.
El supo de esta reunión y vino para estar en el reencuentro de la familia IRBAM, el dio una serie de talleres, entre el año 1981 a 1985, cuando Jaime Garza Salinas fue director.
Orlando Scheker fue parte de la formación de una generación de alumnos y maestros de esta institución y lo une lazos de amistad, prueba de ello las fotografías que compartieron, grupos donde estaban Miguel Trejo, Joaquín García Quintana, Marco Zamora, y otros más.
La entrevista se le realizo antes de iniciar la reunión de la familia IRBAM, donde Scheker nos da un panorama de la Danza no solo en México, sino en Latinoamérica.
“La Danza en México, es una diversidad de estilos y técnicas, trabajos coreográficos que se están haciendo; los creadores, hay una diversidad inmensa del movimiento dancístico a nivel nacional que realmente es muy complejo platicar de eso”, nos dice.
Sobre Cuba, nos dice: “Cuba es una fábrica potencial de artistas, tanto de la danza, la pintura, las artes plásticas, el teatro. Es un país que ha producido desde el tiempo de la Revolución, ha producido muchos artistas, realmente hay mucho artista cubano que ha emigrado; más que influencia en la danza contemporánea , es a la danza clásica, que es fuerte de los cubanos, el moderno cubano(Danza contemporánea) está muy diluido dentro de toda la dinámica cultural de Cuba, no tiene tanta fuerza como ha tenido siempre el ballet, gracias a Alicia Alonso que recientemente falleció, ella le dio mucho impulso al ballet, lo que más nos está llegando de Cuba, es mucho ballet”.
De México, comenta: “Se puede decir que si es uno de los países más fuertes en Latinoamérica en danza, hay otros países muy fuertes, en su momento fue Venezuela, Colombia está tomando mucho auge en los últimos años”.
Bailarines que han estudiado en la Escuela nacional de Danza Contemporánea, están en Alemania, Nueva York, así como otros países, muchos se quedan y otros emigran.