“No deje ni un beso para dárselo, siempre le di los besos que me pedía, eso me tiene muy tranquilo, pero si me dices que daría por escucharla, daría la vida por volver a escuchar a mi mama repitiéndome las cosas que me decía” nos dice Sergio Ochoa.
El hijo de Leonorilda Ochoa, la actriz que vimos en tantos programas de comedia, junto a grandes comediantes, en una entrevista en el lobby de céntrico hotel de la ciudad, nos habla del proceso que vivió cuando le diagnosticaron Alzheimer y la enfermedad de esta por diez años hasta su muerte.
Más que entrevista una plática, donde el actor nos habla del monologo, resultado de estos diez años de cuidar a su madre.
Esta puesta en escena, con tintes de comedia y drama, resultado de cuidar a una persona enferma, sacando lo bueno, el disfrutar a su madre, tener la tranquilidad que hizo todo lo humanamente por darle lo mejor, aunque dice al principio se equivocó, que muchos le daban consejos sin tener idea de la enfermedad, que cuando tomo un taller para lidiar con la enfermedad, fue cuando supo lo que tenía que hacer.
La emoción por momentos es tanta que los ojos le brillan y las lágrimas por inundar sus ojos, cuando nos habla de cómo el acoso de los medios de comunicación que buscan la nota sensacionalista, de que lo acusan de mal hijo, y de esconderla.
Nos cuenta que la obra se estrenó antes de que muriera su madre, y le preguntaron si la iba a restructurar, y dijo que no, que el habla de la vida y no de la muerte-
Sergio Ochoa habla por él, no por alguien más y es su realidad, la que nos cuenta y de la que dice es su monologo, de él y el cuidar a su madre.